Te hubiera amado,
perfil solo, nube gris, nimbo del olvido.
Con el misterio de la mirada,
bajo la tormenta oscura de las palabras,
en la tristeza o puñal de cada beso,
hasta la ira y la melancolía,
te hubiera amado.
Ay, cuerpo, que al amor se resiste
no ofreciendo su nocturno abandono a unos labios.
Sobre su piel la luna inútilmente llama,
llama inútil la noche
Y el sol, inútil llama, lame
con una lengua sombría sus dos senos.
Te hubiera amado,
rostro donde el día toma su luz hermosa.
Frío, dolor, nube gris de siempre,
como un relámpago entre el suelo amanecías
sonámbula y bella atravesando
una aurora.
Tarde naval sobre el azul se extiende.
En el sueño del horizonte todo se olvida.
Vive tú aún, secreta existencia,
mía como el deseo que nunca se extingue.
Vive fuerte, relámpago que un día amanecías,
llama ahora de nieve.
Mírame aún, pero recuerda
que se olvida.
Fernando Charry Lara (1920 – 2004)