22.08.2015
Una mujer en Colonia
tiene ojos como el tiempo
en que la belleza
no tenía nombre
y era una sonrisa
de recreos en la escuela
Una mujer en Colonia
tiene ojos como el cielo
contemplado sobre la espalda
cuando las nubes despreocupadas
formaban lentas historias en el viento
Una mujer en Colonia
tiene ojos como una promesa
que nunca será cumplida
aunque se ignore por completo
Una mujer en Colonia
tiene ojos como el misterio
que jamás fue develado
y que a pesar del ingenuo esfuerzo
alimenta para siempre el olvido
Una mujer en Colonia
tiene ojos como el recuerdo
del deseo no satisfecho
más viejo que el oscuro vientre
peligroso e infinito
Una mujer en Colonia
tiene ojos como el color
indeciso que no sabe
si hoy es azul u hoy es verde
o los dos al mismo tiempo
Una mujer en Colonia
tiene ojos como el amor
soñado aquel hermoso día
cuando la primavera era eterna
y la felicidad sólo un beso
El Matallana