Hay un llanto en el mundo
como si el querido Dios se hubiera muerto,
y la sombra plomo que cae
pesa como sepultura.
Ven, escondámonos más juntos…
La vida yace en todos los corazones
como en ataúdes.
Tú, besémonos profundo –
llama a la puerta un anhelo por el mundo
en el que morir tendremos.
*Traducción no oficial de “Weltende” de Else Lasker-Schüler (1869-1945)