Preguntas para vivir y morir mejor

«Alejandro Jadad, médico catalogado por la revista ‘Time’ como uno de los genios del siglo XX, invita a los lectores a hacerse preguntas antes de morir…

  1. ¿Tiene tiempo para pensar en estas preguntas? Mientras menos piense, más vulnerable es.
  2. ¿Qué lo hace feliz?
  3. ¿Qué necesita para vivir feliz?
  4. ¿Cuál es la acción diaria que refleja que se esfuerza por ser feliz?
  5. ¿Qué cosa para usted no es negociable?
  6. ¿Se ama?
  7. ¿Hace el bien?
  8. ¿A qué le tiene miedo?
  9. ¿Qué haría si no tuviera miedo? Anthony Melo decía: “Lo contrario del amor no es el odio, lo contrario del amor es el miedo”.
  10. ¿Cómo le gustaría morir?
  11. ¿Qué está haciendo para morir de esa manera?
  12. Si muriera mañana, ¿estaría haciendo lo que hace ahora?
  13. Si fuera un enfermo terminal, ¿estaría con la pareja con la que está ahora?
  14. ¿Se aguantaría al jefe que tiene ahora si le quedaran pocas horas de vida?
  15. ¿Tiene otra alternativa para no tener que depender de su empleo?
  16. ¿Qué tiene pendiente en su vida que cree que puede hacer después?
  17. ¿Qué cosas hizo que no debió haber hecho, que hirieron a otras personas?
  18. ¿La deuda en la que se metió o en la que está a punto de meterse lo va a obligar a estar en un trabajo que no le gusta?
  19. ¿Realmente necesita aquello por lo que se va a endeudar? Algunos se pasan la vida pagando una casa que va a estar vacía.
  20. ¿En quién puede confiar?
  21. ¿Quién lo ama más de lo que usted merece?
  22. ¿Quién lo puede ayudar a cuidarse de usted mismo?
  23. ¿Qué lo distrae de su vida?
  24. ¿Por qué tiene ese deseo de alcanzar? ¿Quién se lo ha impuesto?
  25. ¿Por qué quiere reconocimiento? ¿Cuántas personas quiere que lo reconozcan?
  26. ¿Qué tanto reconocimiento necesita? ¿Lo necesita realmente?»

Estas preguntas hacen parte de la entrevista hecha a Alejandro (Alex) Jadad Bechara (1963) por la revista colombiana Semana.

Adaptado de “¿Por qué debería pensar en la muerte?”, artículo publicado por Semana.com (http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/por-que-deberia-pensar-en-la-muerte/491111) .

Para más información:

http://ehealthinnovation.org/people/alex-jadad/

http://www.businessinnovationfactory.com/summit/video/alex-jadad-heal-beautiful-word#.V77Hjvl97IU

Professor Alex Jadad appointed Director of the Institute for Global Health Equity and Innovation

Singularity University Lectures: Dr. Alex Jadad on Making Longer Life Worth Living

I’ll Slip Away – Sixto Rodriguez

And I’ll forget about the girl that said no
Then I’ll tell who I want where to go
And I’ll forget about your lies and deceit
And your attempts to be so discreet

Maybe today, yeah
I’ll slip away

And you can keep your symbols of success
Then I’ll pursue my own happiness
And you can keep your clocks and routines
Then I’ll go mend all my shattered dreams

Maybe today, yeah
I’ll slip away

‘Cause you’ve been down on me for too long
And for too long I just put you on
Now I’m tired of lying and I’m sick of trying
Cause I’m losing who I really am
And I’m not choosing to be like them

And if you get bored and you got loneliness
Or it’s dislike for me you express
I won’t care if you’re right or you’re wrong
I won’t care cause you see I’ll be gone

Maybe today, yeah
I’ll slip away

Maybe today, yeah
Maybe today, yeah
Maybe today, yeah girl
I’ll slip away

Sixto Rodriguez (1942)- I’ll slip away (1967)

For more info go to:

http://sugarman.org/

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Years of beliefs/Años de creencias

I needed 12 years to stop believing in ideas of god but 20 years more to stop believing in ideas of love.

Necesité 12 años para dejar de creer en ideas de dios pero 20 años más para dejar de creer en ideas de amor.

El Matallana

García Márquez y poliamor

«Se acordó de Ángeles Alfaro, la efímera y la más amada de todas, que vino por seis meses a enseñar instrumentos de arco en la Escuela de Música y pasaba con él las noches de luna en la azotea de su casa, como su madre la echó al mundo, tocando las suites más bellas de toda la música en el violonchelo, cuya voz se volvía de hombre entre sus muslos dorados. Desde la primera noche de luna, ambos se hicieron trizas los corazones con un amor de principiantes feroces. Pero Ángeles Alfaro se fue como vino, con su sexo tierno y su violonchelo de pecadora, en un transatlántico abanderado por el olvido, y lo único que quedó de ella en las azoteas de luna fueron sus señas de adiós con un pañuelo blanco que parecía una paloma en el horizonte, solitaria y triste, como en los versos de los Juegos Florales. Con ella aprendió Florentino Ariza lo que ya había padecido muchas veces sin saberlo: que se puede estar enamorado de varias personas a la vez, y de todas con el mismo dolor, sin traicionar a ninguna. Solitario entre la muchedumbre del muelle, se había dicho con un golpe de rabia: “El corazón tiene más cuartos que un hotel de putas”. Estaba bañado en lágrimas por el dolor de los adioses. Sin embargo, no bien había desaparecido el barco en la línea del horizonte, cuando ya el recuerdo de Fermina Daza había vuelto a ocupar su espacio total.»

Tomado de El amor en los tiempos del cólera (1985) de Gabriel García Márquez.