Tree and seed

26.01.23

Who are you?

The centre of a cosmic asterisk
A river through which
moments,
people
and feelings
flow
An expectant desert
with flowers ready to awake
if the rain falls
You are more than the bodies you navigate
when you love
and more than the words you use to paint the world
A lightning, maybe, a flame,
a dark fire
burning in the deep
A traveller to himself
and to the hidden nonsense
which dresses things with sense
A contemporary nomad,
learning to live in the present
A safe full of absences,
memories,
wounds,
and losses
A perpetual dance
in trance towards nothingness
You are the petty drops of your poems
and your incommensurable love,
likewise petty,
more fragile and ephemeral than the dew,
more faint and vulnerable
than the little fireworks of your life
You are a song, perhaps
already almost without air,
despite its seductive rhythm,
despite its melody
You are the words and longings of your dead ones
Your loves, heartbreaks, hellos and goodbyes
All the souls that were your shelter
and all the rejections which pushed you away

You are part of the beginning
of all your families
and you give yourself to your fortune
like the tree to its seed.

El Matallana

Árbol y semilla

26.01.23

¿Quién eres?

El centro de un cósmico asterisco
Un río por el que fluyen momentos,
personas
y emociones
Un desierto expectante,
con flores que despiertan
si la lluvia cae
Eres más que los cuerpos que navegas
cuando amas
y más que las palabras con que pintas el mundo
Un relámpago, tal vez, una llama,
un fuego oscuro
que arde en lo profundo
Un viajero hacia sí mismo
y al oculto sinsentido
que viste de sentido a las cosas
Un nómada contemporáneo,
aprendiendo a vivir en el presente
Una caja fuerte llena de ausencias,
recuerdos,
heridas
y pérdidas
Un perpetuo baile
en trance hacia la nada
Eres las gotas nimias de tus poemas
y tu amor inconmensurable,
también nimio,
más frágil y efímero que el rocío,
más tenue y vulnerable
que el fueguito artificial de tu vida
Eres una canción, quizás
ya casi sin aire,
a pesar del ritmo seductor,
a pesar de su melodía
Eres las palabras y los anhelos de tus muertos
Tus amores, desamores, saludos y despedidas
Todas las almas que fueron tu refugio
y todos los rechazos que forzaron tu huida

Eres parte del comienzo
de todas tus familias
y te entregas a tu suerte
como el árbol a su semilla.

El Matallana

Polvo del recuerdo

image

05.04.2016

Lenguas del cielo lamen el desierto
y la humedad que se respira
cumple la profesía
del olor a tierra despertando

De aquellas almas ya no queda rastro
no hay indicio de sus sueños en la roca herida
violentas espirales de viento
sepultan en polvo los recuerdos de esa vida

El Matallana

Entre otros

13.06.2015

 

Ella piensa en él

Yo pienso en aquella

Entre nosotros

sólo las sombras

de la otra

y del otro

 

vamos entre las montañas

que ya se bebieron todo

sedientos como cactus

llenos de espinas por dentro

 

Así de perdidos

tal vez nos encontremos

desnudos en un verde valle

donde se cultivan comienzos

 

Así de perdidos

tal vez nos encontremos

en la soledad del desierto

con sus múltiples reflejos

 

El Matallana

Breve comentario sobre los no-lugares

11.03.2015

Hace poco Amira Akhtar* me hizo recordar un término que desde la primera década del 2000 he venido usando de manera privada: el no-lugar. Los no-lugares son sitios donde no siento la presión de ser, hacer algo o pensar en algo en especial; son espacios que experimento como transición entre un lugar y otro. Por ejemplo, cuando me he encontrado en un sitio más tiempo de lo planeado, porque el medio de transporte deseado se retrasó y no pude hacer nada más que aguardar ahí. O cuando estuve esperando para entrar a un baño en un establecimiento público, como un museo, solo, en algún pasillo anónimo. También me he encontrado en un no-lugar cuando una cita se canceló de improviso y de repente estuvo el tiempo ahí sólo para mí, puro, limpio y sin propósito. He estado en no-lugares en alguna enorme estación de tren, donde nadie me conocía, donde nadie parecía hablar mi idioma, donde nadie me esperaba. También he encontrado no-lugares en salas de consultorio, en aeropuertos inmensos, en una larga fila, en una oficina o una cama vacía (o como si lo estuviera), en un edificio abandonado, en una universidad en la noche, en un camino donde iba perdido, en una playa abandonada bajo el sol del mediodía, en una caminata por el desierto, en una carretera desconocida, en un taxi sin interlocutor, en el mar calmo acostado sobre una tabla de surf, en un restaurante o café cualquiera, en la cocina de una casa donde miro por la ventana hacia la calle…

Los no-lugares logran inspirarme muchas veces porque puedo contemplar las cosas sin el afán que llevo, me permiten escapar de las necesidades de mi propio rol en la vida y huir de las creencias que me empeño en mantener en el momento. En un no-lugar a veces concibo ideas y escritos que descubren la belleza, reconocen la incertidumbre o exploran lo desconocido. En un no-lugar a veces no pasa nada en la superficie, pero en el fondo sé que siento ansiedad, incomodidad, soledad tremenda o carencia de sentido (por decirlo de alguna manera). En un no-lugar a veces me siento o soy libre, fuera y dentro del mundo al mismo tiempo, como un espectador neutral que está inmensamente satisfecho o que no desea nada más que contemplarse existente entre cosas y fenómenos.

Pero los no-lugares pueden evitarse fácilmente, especialmente con el auge y desarrollo de herramientas de distracción y consumo permanente. El aparente vínculo constante con el mundo que ahora podemos llevar en los dispositivos inteligentes (lentes, relojes, celulares u otros aparatos portátiles) puede ayudarnos a evitar llegar a un no-lugar si así lo queremos. Y las viejas ayudas como el libro que leemos cada vez que no se nos ocurre nada más qué hacer con la vida, o la conversación banal con alguien sobre el clima o el retraso del bus, también pueden servir para desviar nuestro camino al no-lugar.

¿Qué si me gustan los no-lugares? Creo que sí, a veces me parecen los únicos sitios que valen la pena, los únicos a los que de verdad llego.

 

El Matallana

* Muchas gracias y saludos a Amira Akhtar por ayudarme con la inspiración:

https://lihembensayel.wordpress.com/2015/03/09/minutos/?c=3144#comment-3144