“One would be foolish to consider oneself better, or even different, merely because one could claim something others could not. The crowdedness of family life and the faithfulness of solitude – both brave decisions, or both decisions of cowardice- make little dent, in the end, on the profound and perplexing loneliness in which every human heart dwells.”
Kinder than solitude (2014), Page 61. Yiyun Li (1972).
Una gota de agua, una noche, una luna nueva me hace recordar,
siendo el pensamiento una cosa volátil yo no sé porque no te puedo olvidar…
Olvidar, para que olvidar, para que olvidar esos momentos lindos…
Olvidar, para que olvidar, para que olvidar esa felicidad…
Buscando un poco de paz y buscándote a ti yo me perdí,
me perdí, me perdí, me perdí, me perdí, pero yo aprendí:
Aprendí que para hallar la luz, hay que pasar por la oscuridad.
Aprendí que para uno encontrarse tiene que buscar en la raíz,
en la familia, en el pueblo, en la tierra, allí donde un día tú fuiste feliz.
Aprendí que perder y perdonar son dos remansos que le dan a uno tranquilidad.
Aprendí que no soy sólo yo y que somos muchos más:
muchos más soñando, sintiendo, viviendo, buscando la felicidad.
Aprendí que el camino es largo, que el camino es duro, pero se puede llegar,
aprendí que el camino es largo, que el camino es duro, pero se puede llegar.
Una gota de agua, una noche, una luna nueva me hace recordar,
siendo tú la mujer más divina, fantasía que Dios un día hizo realidad,
realidad para deleitarme, para navegar en tus encantos de mujer,
realidad que fue mi verdad, pero un día te fuiste sin más nunca regresar…
Con tanto sentimiento acumulao
y con el corazón aquí guardao,
con tanto sentimiento acumulao yo te tuve que vení a cantá…
Me salgo de mi concha y (yo te vengo a cantá)
Ehhh por la madrugá, por la mañanita (yo te vengo a cantá)
Te vengo a cantá, morena (yo te vengo a cantá)
Y con mi guitarra y bajo el palmar (yo te vengo a cantá)
Por el río Guapi, arriba en mi champita yo me vine (yo te vengo a cantá),
buscándote por la orillita (yo te vengo a cantá),
con el corazón lleno’ e sentimiento (yo te vengo a cantá)
me dejaste en un mar de sufrimiento (yo te vengo a cantá)
Me salgo de mi concha y (yo te vengo a cantá)
te vengo a contar mi historia (yo te vengo a cantá):
Me caía, me paraba, me perdía, aprendía y yo seguía (yo te vengo a cantá)
En una noche estrellada te volviste un sueño y fantasía de Dios (yo te vengo a cantá)…
Duele, duele, duele, duele, negra linda vuelve ya (yo te vengo a cantá),
te canto esta serenata de amor (yo te vengo a cantá)…
Ahora yo vivo mi vida bien sabrosito y cantando
¡porque la vida es un goce y felicidad! (yo te vengo a cantá)
Te vengo a cantá….
* “Grupo Bahía, composición del maestro Hugo Candelario González. El video fue dirigido por Nicolás Cabrera y Luis Antonio Delgado, en asociación con Juan Martín Fierro de Music Media Colombia (www.musicmedia.com). Se grabó del 2 al 6 de junio de 2011 en Guapi, Cauca, tierra natal del maestro Hugo Candelario y es un homenaje a la gente, al paisaje y a la música de este rincón del Pacífico colombiano. La canción hace parte del álbum «Con el corazón cerca de las raíces», de 1998.”
“Las personas no necesitan automóviles enormes, necesitan admiración y respeto. Las personas no necesitan un flujo constante de nuevas prendas de vestir, necesitan sentir que son consideradas atractivas; necesitan emoción, variedad y belleza. Las personas no necesitan entretenimiento electrónico, necesitan de algo interesante para ocupar sus mentes y emociones. Y así sucesivamente.
Tratar de llenar necesidades reales que no son materiales –necesidad de identidad, comunidad, autoestima, de retos, amor, alegría- con cosas materiales es instaurar un apetito voraz por falsas soluciones a deseos nunca satisfechos. Una sociedad que se permite admitir y articular sus necesidades no materiales, y que se permite encontrar formas no materiales de satisfacer dichas necesidades, requeriría una cantidad mucho menor de materia y energía, y ofrecería niveles mucho mayores de satisfacción humana”
Donella H. Meadows, Jørgen Randers, Dennis L. Meadows. Los límites del crecimiento: La actualización después de 30 años (Original: The Limits to Growth: The 30-year Update (2006), Chapter 7: Transitions to a sustainable system, Page 261.)
“People don’t need enormous cars; they need admiration and respect. They don’t need a constant stream of new clothes; they need to feel that others consider them to be attractive, and they need excitement and variety and beauty. People don’t need electronic entertainment; they need something interesting to occupy their minds and emotions. And so forth.
Trying to fill real but nonmaterial needs -for identity, community, self-esteem, challenge, love, joy- with material things is to set up an unquenchable appetite for false solutions to never-satisfied longings. A society that allows itself to admit and articulate its nonmaterial human needs, and to find nonmaterial ways to satisfy them, would require much lower material and energy throughputs and would provide much higher levels of human fulfillment.”
Donella H. Meadows, Jørgen Randers, Dennis L. Meadows. The Limits to Growth: The 30-year Update (2006), Chapter 7: Transitions to a sustainable system, Page 261.
“¿Y que hace un Colombiano en Perú? ¿De Cali a Lima? Bueno, yo no conozco ninguna de las dos ciudades, pero de la primera he oído hablar más por el tema de los carteles de la droga (sorry…es lo que llega aquí pero seguro que es una ciudad preciosa. Ya me contarás.)
Sí, los carteles de droga de Cali y Medellín en Colombia han sido famosos en todo el mundo. Cali es una ciudad que vive distintas realidades, donde convive la belleza y la fealdad, la pobreza y el lujo, es un ejemplo de la desigualdad de los países latinoamericanos. Es una ciudad alegre, intensa, donde la muerte no es un concepto abstracto y la vida es una cosa que ocurre más en el presente y en el pasado que en el futuro. Donde se baila y se ama de muchas formas, donde llueven brisas y tormentas, el cielo es azul y las plantas son verdaderamente verdes. Siete ríos cruzan la ciudad. Las montañas la rodean. La gente es amable y hospitalaria, no hay que hacer esfuerzos para encontrar amig@s. Desde que llegas al aeropuerto escuchas música y los desconocidos te hablan. La música local llama a Cali «la sucursal del cielo». A veces creo que esa ciudad es la sucursal del cielo y del infierno al mismo tiempo…”
Hola... Mi nombre es Rosalum@.... Intentare en "placer oral" describir mis placeres y las sensaciones experimentadas por mi paladar. Al mismo tiempo procurare que sirva para divertir y criticar.... Divertir al lector y criticar todo aquello que siendo potencialmente un placer oral... No cumpla con las expectativas creadas u ofertadas. Me deseo suerte y constancia.