Nueve

26.07.21


Blancas y puras

nuestras orquídeas también se marchitan

sucumben humildes, ya arrugadas,

a las oleadas del calor de nuestro tiempo


No importa que mi voz las acaricie

o que mi paciencia las riegue con la vida que necesitan

Parece que el aire mismo que ahora exhalo

las asfixia y las enferma como un cáncer


Pétalos tan sonrientes, únicos y bonitos

Raíces que a la luz parecían indestructibles

Hojas tan verdes como el amor con que tus ojos solían mirarme

Retoños que eran optimistas e incluso arrogantes


Blancas y puras

nuestras orquídeas también se marchitan

Nuestro único sol vivía en tu sonrisa

Y moriremos de tu ausencia inexorable



El Matallana