02.06.2017
Para ser grande, sê inteiro: nada
Teu exagera ou exclui.
Sê todo em cada coisa. Põe quanto és
No mínimo que fazes.
Assim em cada lago a lua toda
Brilha, porque alta vive.
Odes de Ricardo Reis, Fernando Pessoa.
Sabemos que podemos vivir en un mundo diferente pero no actuamos. ¿Cómo debemos actuar? No creo que se trate de acciones que la mayoría parece entender como “radicales”. Creo que actuar para mejorar el mundo (o transformar lo negativo en positivo, por decirlo de alguna manera) significa actuar cada día y en pequeño.
La batalla contra la corrupción, el comportamiento injusto y abusivo, la violencia, la mentira, la desigualdad, la pobreza, la discriminación (racial, de origen, de recursos, sexual o cualquier otra), etcétera, no se gana solamente con manifestaciones, revoluciones o palabras elocuentes. Esa batalla se debe ganar cada día, en los proyectos y situaciones más simples, donde no hay dioses o cámaras que observen. Estoy hablando de la manera en que te relacionas con tu familia, con tu(s) pareja(s), tus amigas y amigos, con personas desconocidas, lugares a tu alrededor, tu propia sala, tu propio baño, tu propia casa, todos los lugares que habitas, el cuerpo que habitas, el cuerpo de los demás, tus imágenes, las imágenes de los demás, tus palabras, tu tiempo…
Si no trabajas por el bienestar tuyo, de tu familia y de quienes te rodean, ¿cómo esperas que las cosas cambien para bien? Si crees que las personas que no conoces merecen menos respeto que las que conoces, ¿cómo esperas vivir en un mundo sin discriminación? Palabras amables, trabajo honesto y persistente, conversaciones sin violencia para encontrar una solución que nos sirva a todas y todos, respeto por la diversidad (espiritual, religiosa, sexual…), respeto por los acuerdos mutuos, amor, baile, alegría, artes, más tiempo para lo real y tangible, menos tiempo para lo virtual y ajeno, cosas simples en suma, pero reales. Deja de hablar y comienza a escuchar y actuar.
Haz lo correcto. Si no estás segura o seguro de qué es lo correcto pues infórmate, lee, aprende y recuerda que todas y todos somos personas dignas de amor y respeto. Si alguien te dice que otra persona es menos que tú por su preferencia sexual, religiosa, por su origen, condición social o alguna otra excusa, ten la seguridad de que te están confundiendo para favorecer intereses privados y no para mejorar el mundo. Revisa nuestra historia: no sabemos casi nada a ciencia cierta, lo único claro es que la persecución, la violencia, la imposición y el abuso no han mejorado el mundo nunca.
Vivimos bajo la tiranía de un par de personas muy poderosas que nos quitan muchas cosas cada día. No dejes que te quiten la capacidad de vivir bien antes de que mueras. Siempre se puede decidir por lo correcto mientras se esté con vida. Vive tu vida con compromiso y entrégate a cada momento, contempla las consecuencias y el placer de lo más mínimo que haces. La gran revolución que estamos esperando es la revolución del día a día, el cambio personal, el compromiso. Si tienes el valor para trabajar en ti misma o en ti mismo, ver lo que haces mal y juzgar tu rol en tu vida y la vida de las personas que interactúan contigo, entonces tienes el valor para vivir una vida mejor: tu propia vida.
Despierta.
En las palabras de Fernando Pessoa (como Ricardo Reis):
“Para ser grande, sé entero: nada
tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
en lo mínimo que haces.
Así en cada lago la luna entera
brilla, porque alta vive.”
El Matallana