17.05.2021
Las seis partes
que sobresalen
de mi tronco
gritan: deseo
Hay una boca
no hecha para saciarse
sino como una invitación al abismo
una grieta en la roca sedienta
como un grito en el vacío
que se alimenta del silencio
Me parezco a las deidades más terribles
abraso todo lo que abrazo
con mi lengua de fuego
muerdo ebrio de ahora
la cervical de la muerte
y chupo los pezones
ya secos del olvido
Todo lo que existe
me pertenece
Todo lo que amo
se vuelve saliva en mis fauces
Más
que no descanso
Más
que no es suficiente…
En la avidez de una sola de mis manos
se marchita humilde
el universo creciente.
El Matallana